Las grasas saturada, que son las que hay en la mayoría de los alimentos que tomamos de los animales, son las que más se acumulan en las arterias. Hay algunas excepciones, como la del pescado, que ayuda a que no se acumule tanta grasa.
Eso no significa que todas las grasas vegetales sean buenas. Algunas, como el aceite de palma, también se acumulan en las arterias. Pero otras, como el aceite de oliva ayudan a reducir esa acumulación.
Pero siempre hay que tener en cuenta que las grasas engordan y que la obesidad provoca muchas enfermedades. Por tanto, hay que consumir grasas de las buenas, pero sin abusar.
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