Para reducir las grasas de la dieta, evidentemente hay que reducir los alimentos muy grasos. Los que más grasas tienen son los aceites (100% grasa) y las mantequillas y margarinas (sobre el 80%). Después tenemos las carnes, la bollería, algunos pescados y aunque nos llame la atención, también los frutos secos e incluso algunas frutas. Por ejemplo, el aguacate es de los alimentos más grasos que hay.
Por eso, en vez de reducir todas las grasas por igual, lo que conviene es reducir aquéllas menos saludables, como las grasas saturadas o la bollería, que además de grasa tienen mucha azúcar.
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